Parece mentira la ilusión que me hizo encontrar aquel "laboratorio" en el piso de arriba de la casa de mis abuelos. Aquel que nadie pisaba en treinta años. Me sentía como Indiana Jones en "El Arca perdida". Fui a indagar, y lo que encontré no eran más que pequeños tesoros que alguien (desconozco el porque) quiso conservar ya hace mucho tiempo. Aquel toque amarillo antiguo le daba a los libros un aire misterioso, y tengo que admitir que aun con toda esa belleza ante mí, no podía dejar de mirar al suelo, por eso de las tijeretas, cucarachas o ratas. Mientras mi familia desmontaba los muebles de arriba, yo examinaba mi hallazgo y lo fotografiaba con miedo a que desapareciera. Esta es una de las cosas del laboratorio que más me gustó.
Apuntes para un feminismo radical
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Pintura rupestre en Ti-n-Lalan,
Fezzán, Libia (5000 a. e. c., antes de la era común),
o la precuela de *Donnie Darko*
La universalidad de la subordinac...
Fa 6 anys
1 comentari:
...volamos hacia Moscú?
O cap on siga, el cas és sortir d'aquí... :)
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