Harta de escribir cursilerias la muchacha cambió su pelo, sus pies y su blog, empezó a ser como quería ser.
Su mamá le puso una cestita con canónigos, sepia y membrillo, porque su abuelita estaba enferma y debía ir a verla.
Se puso su gabardina de charol naranja y salió por el peligroso pueblo en busca de la humilde casita de su abuelita.
Lo que nunca se habría imaginado era que en el pequeño pueblo estaban en fallas, y eso era igual a:
-calles cortadas a causa de horribles y perversos monigotes.
-sonidos infernales que atormentaban a la pequeña gabardina naranja.
-gente indeseable por doquier, altamente diferenciable por un pañuelo gris a rayas azules.
-y lo que más miedo le daba a la pequeña muchacha, extrañas y malévolas chiquillas, vestidas con horrendos trajes, llamadas "falleras".
Su mamá le puso una cestita con canónigos, sepia y membrillo, porque su abuelita estaba enferma y debía ir a verla.
Se puso su gabardina de charol naranja y salió por el peligroso pueblo en busca de la humilde casita de su abuelita.
Lo que nunca se habría imaginado era que en el pequeño pueblo estaban en fallas, y eso era igual a:
-calles cortadas a causa de horribles y perversos monigotes.
-sonidos infernales que atormentaban a la pequeña gabardina naranja.
-gente indeseable por doquier, altamente diferenciable por un pañuelo gris a rayas azules.
-y lo que más miedo le daba a la pequeña muchacha, extrañas y malévolas chiquillas, vestidas con horrendos trajes, llamadas "falleras".
1 comentari:
T'estime.
A tu i al teu humor mordaç, al teu somriure tímid, al teu gest de desesperació quan fas tard i vols explicar per què, a les nostres converses tranquil·les, a les nostres mirades de complicitat, als teus balls deshinibits, a la manera en què et mossegues el llavi inferior.
T'he dit alguna vegada que te necessite?
Publica un comentari a l'entrada