Cuando, en el mes de agosto vas andando por la calle,
cuando corres y notas que una gota de sudor se desliza por tu espalda,
cuando estás en el dentista, agobiado y no puedes moverte,
cuando estás tomando el sol mientras observas a los demás en el agua,
cuando ves un cuerpo serrano semidesnudo,
cuando abres el lavavajillas y sale un montón de vapor ardiendo,

CALÓ

dilluns, 3 d’agost del 2009

Gabardinita Naranja

Harta de escribir cursilerias la muchacha cambió su pelo, sus pies y su blog, empezó a ser como quería ser.
Su mamá le puso una cestita con canónigos, sepia y membrillo, porque su abuelita estaba enferma y debía ir a verla.
Se puso su gabardina de charol naranja y salió por el peligroso pueblo en busca de la humilde casita de su abuelita.
Lo que nunca se habría imaginado era que en el pequeño pueblo estaban en fallas, y eso era igual a:
-calles cortadas a causa de horribles y perversos monigotes.
-sonidos infernales que atormentaban a la pequeña gabardina naranja.
-gente indeseable por doquier, altamente diferenciable por un pañuelo gris a rayas azules.
-y lo que más miedo le daba a la pequeña muchacha, extrañas y malévolas chiquillas, vestidas con horrendos trajes, llamadas "falleras".

1 comentari:

Anna ha dit...

T'estime.

A tu i al teu humor mordaç, al teu somriure tímid, al teu gest de desesperació quan fas tard i vols explicar per què, a les nostres converses tranquil·les, a les nostres mirades de complicitat, als teus balls deshinibits, a la manera en què et mossegues el llavi inferior.

T'he dit alguna vegada que te necessite?