Cuando, en el mes de agosto vas andando por la calle,
cuando corres y notas que una gota de sudor se desliza por tu espalda,
cuando estás en el dentista, agobiado y no puedes moverte,
cuando estás tomando el sol mientras observas a los demás en el agua,
cuando ves un cuerpo serrano semidesnudo,
cuando abres el lavavajillas y sale un montón de vapor ardiendo,

CALÓ

dilluns, 17 d’agost del 2009

Variedades


Anoche tuve el placer de estar presente en unos playbacks, o como los llaman los veinticinco añeros: "variedades". No sé que fue más triste/divertido, un cincuentón disfrazado de Alaska o el hecho de estar presente. Echar de menos a alguien es la cosa más horrible que me ha podido pasar nunca. Es triste pensar que una persona a la que quieres se ha ido a navegar y que en varias semanas no volverá. Y como en esa canción de Maná, sola en el olvido esperas en el muelle. Pues bien, yo espero en un pueblo cutre, que para darle más picante al asunto está en fiestas. El calor y las hormonas hacen que los adolescentes calenturientos no quieran hacer otra cosa que sobarse con un cubalitro de calimocho en la mano mientras escuchan la súper canción del verano, (ya me entendéis, esas machistas hasta la médula con frases como: "tú tienes la boca grande, así que ponte a jugar"). Y a una persona como yo, eso le duele, si me dieran a elegir entre 50 verbenas casposas y una tarde con el marinero, bueno, creo que no hace falta que termine la frase. Echar de menos a alguien es como acostarse una noche llorando porque tu madre se ha dado cuenta de que ya eres demasiado mayor para dormir con una mantita y un peluche llamado Rosita. Algunas veces consigo olvidar que me falta alguien, pero llega un momento en el que algún despistado te pregunta por esa madre que no tienes o por ese novio que te dejó hace casi un año. Escuchar una harmónica o un acordeón se convierte en ver a la Parca a los noventa años, blanco y en botella...Es decir, esos instrumentos melancólicos que tanto me gustan me recuerdan que me falta alguien, mejor pondría con mayúsculas el que ¡ME FALTA ALGUIEN! A veces creo que se me nota en la cara, es como llevar un cartel luminoso digno de un buen club de alterne, ya que cada dos por tres alguien me pregunta: "¿Qué te pasa?" Y a ti, que estabas despistada pensando en lo que hicisteis la última vez que os visteis, no te queda otra cosa que decir: "Nada, es que los hielos se me han subido a la cabeza".


2 comentaris:

Psicodélica ha dit...

El verano puede ser incluso agobiante. Que no te encuentras ni consigues perderte bajo esas capas de humo negro que al resto sientan tan bien.
Muy bueno.

Por cierto, adoro a cat power.
Tuve la suerte de poder ver a Leonard cohen en directo el otro día y es realmente impresionante.
En cambio, el trato de Russian Red deja mucho que desear.

Un beso

camil·la ha dit...

CAT POWER. A MI TAMBÉ ME FALTA ALGÚ, I TAL VEGADA MES DEL QUE ENS AGRADA RECONÉIXER. OSIGA TU PENSES OSTRAS M´AGRADARIA ESTAR AMB CERTA PERSONA, PARLANT, O SIMPLEMENT AL SEU COSTAT... PERO REALMENT ES MES QUE AIXO